El arroyo Riopudio se constituía hace escasamente varias décadas como un hecho geográfico, natural, cultural, socioeconómico, generador de vida, conformando un espacio integral y complejo (paisaje + naturaleza + usos tradicionales) en continua interacción con lo que le rodeaba.
En la actualidad, el arroyo y su entorno sufren un alto deterioro de su calidad ambiental debido a la fuerte antropización de la comarca y a su total subordinación frente al desarrollo metropolitano. Los principales factores que han determinado este deterioro son:
- Las tierras que atraviesa se dedican en gran parte al cultivo intensivo (frutales, olivar y labor), invadiendo el cauce y por lo tanto desplazando a la vegetación natural en la mayor parte de su recorrido.
- Excesiva urbanización caótica, mayoritariamente en forma de viviendas residenciales, invadiendo en muchas ocasiones la zona de policía del arroyo y el dominio público de la vía pecuaria de la Cañada Real de las Islas.
- Los abundantes vertidos de aguas residuales desde las zonas urbanas, bien directamente al arroyo o bien utilizando sus afluentes como colectores.
- Vertidos de escombros en las márgenes y de residuos en el cauce.
- Impacto visual de las numerosas líneas eléctricas que discurren por la zona.
Estos factores han propiciado la desaparición del bosque de ribera, sustituido por una abundante aparición de especies invasoras, como las omnipresentes cañas (Arundo donax), que no permiten la recuperación de la vegetación propia de éstos enclaves. Por otro lado, los cultivos han eliminado las formaciones climatófilas propias del medio.
También se ha producido una alteración del régimen hidráulico, lo que ha acentuado el régimen de avenidas, que conlleva un aumento de la erosión (incisión del cauce) agravada por la disminución de la capacidad de desagüe del cauce por la localización en el mismo de infraestructuras infradimensionadas, vegetación, escombros, etc.
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