Adta alega a la Propuesta de Plan Hidrológico del Guadalquivir.

ADTA 15/06/2011

Adta ha presentado un Documento de Consideraciones y Alegaciones (archivo pdf, 1.6 Mb) a la "PROPUESTA DE PLAN HIDROLÓGICO DE LA DEMARCACIÓN DEL GUADALQUIVIR" (archivo zip, 367 Mb), cuyo plazo de exposición terminaba hoy, 15 de junio, aunque ha sido aplazado hasta el próximo 14 de julio. El documento trata sobre los usos urbanos y su incidencia en la Red Hidrológica, así como la reivindicación de la continuidad del "PROYECTO DE RESTAURACIÓN AMBIENTAL DEL ARROYO RIOPUDIO". A continuación se expone un resumen del documento.

0.- Introducción.

Además de la intensidad de la actividad urbanística , el modelo de urbanización dispersa y las características geofísicas hacen que la urbanización en el Aljarafe esté afectando más acusadamente que en otras zonas, a la red hidrográfica, que sufre un fenómeno generalizado de desestabilización y desequilibrio.

La mayor parte de la comarca del Aljarafe se encuentra sobre una meseta sobreelevada entre los valles de los ríos Guadalquivir y Guadiamar, con pronunciados escarpes, sobre todo en el norte. Esto junto con la naturaleza de los suelos, así como su manejo, la hacen muy sensibles a la erosión. Una densa red de pequeños afluentes recorren las cornisas, a los que se añaden dos cuencas interiores, el Riopudio y el Majalberraque con sus densas redes de pequeños afluentes. Todo ello se ubica en relación con la zonificación de la cuenca, en las Zona 21 Rivera de Huelva y Zona 23 Guadiamar-Majalberraque-Pudio.

El problema de la erosión ha sido reiteradamente diagnosticado. Sirva como ejemplo el estudio titulado Análisis de riesgos geomorfológicos en la cornisa del Aljarafe (Sevilla), llevado a cabo en el año 2001 por equipos de especialistas de las Universidades de Sevilla y Huelva, la empresa pública EGMASA y la Delegación Provincial en Sevilla de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. Y recientemente este problema ha vuelto a ser identificado en el Plan de Ordenación del Territorio de la Aglomeración Urbana de Sevilla.

Por otra parte el Aljarafe presenta una peculiar estructura de asentamientos, heredada de tiempos remotos, formada por numerosos núcleos muy próximos entre sí, infrecuente en Andalucía, y lo que es más relevante a los efectos que nos ocupa, ubicados en las cabeceras de los arroyos y/o bordes de las cornisas, como se puede fácilmente apreciar en el plano adjunto, realizado en base a uno de los planos del POTAUS.


1.- Las incidencias directas: Ocupación, canalización, soterrado,...

La intensísima urbanización está provocando numerosas afecciones directas a la red hidrológica, especialmente la secundaria, muchas de ellas perfectamente evitables y/o innecesarias. Son muy frecuentes las canalizaciones, soterramientos, ocupación de riberas y llanuras de inundación, puentes de carreteras estrechos, obras públicas de todo tipo y otras prácticas urbanísticas. Son numerosas las consecuencias de esas alteraciones: desaparición de ecosistemas, eliminación de biodiversidad, degradación de los paisajes, incremento de los riesgos por inundaciones,...

La ausencia de criterios y de control sobre las actuaciones urbanísticas en los cauces está provocando un gravísimo deterioro del estado ecológico de los cauces, cuando no la desaparición sin más de los mismos. En el SEGUNDO INFORME SOBRE LOS CAUCES hacemos un análisis pormenorizado de muchos casos en los que ADTA ha tenido ocasión de participar y/o conocer, algunos de los cuales sintetizamos en el siguiente gráfico

El Guadalquivir en Gelves, frente a Tablada

Las soluciones deben ir, en general, por un nuevo modelo de hacer ciudad, que anteponga las necesidades de las gentes al negocio, priorizando la rehabilitación y revitalización de la ciudad existente. En los nuevos desarrollos urbanísticos hay que cambiar sustancialmente el modelo, empezando por justificar de forma honesta y previa su necesidad y, en su caso, incorporando prescripciones tendentes a reducir la huella ecológica que va a generar su construcción y su posterior funcionamiento. Desde la administración y gestión del agua hay que establecer vínculos con la administración y gestión de lo urbano en aras de conseguir crecientes cotas de sostenibilidad.

2.- El sellado del suelo y la erosión de los ríos.

Pero quizás una de las consecuencias más inadvertidas que la actividad urbanística está provocando es una intensísima erosión en toda la red hidrológica. La invasión, eliminación o alteración de cauces y las grandes superficies de suelo impermeabilizados en los planes urbanísticos, han alterado drásticamente la manera en que fluyen las aguas superficiales y la filtración hacia las aguas subterráneas.

Un mayor volumen de agua concentrado en menos tiempo llega por superficie o a través de colectores a la red fluvial como consecuencia de la disminución de la infiltración, agua que adquiere mayor velocidad debido a las canalizaciones de hormigón. La reducción del espacio para los ríos como consecuencia de los rectificados, cambios de trazado, ocupaciones del cauce y sus riberas, etc., que antes hemos mencionado, imposibilitan los procesos naturales de laminación y disipación de energía . Todo ello, está provocando enormes incisiones en el suelo, el desmoronamiento y desplome de las riberas y grandes alteraciones en los ecosistemas (vegetación, fauna,...).

En el SEGUNDO INFORME SOBRE LOS CAUCES podemos ver los efectos de la erosión en los arroyos.. Sirvan como muestra el arroyo Riopudio y toda su cuenca, o los impactos que tendrá la S-40, que no tiene previsto corregirlos.


La SE-40 paralela al Riopudio

Para su conservación, es preciso, entre otras actuaciones pero de forma prevalente, respetar el espacio del río, su zona natural de inundación y laminación, de tal manera que el río desarrolle, en lo posible, su dinámica natural. Dicho de otra forma, no se debería obstaculizar la expansión del río en avenidas y los procesos que facilitan la perdida de energía del agua. Estos procesos también son necesarios para la prevención de daños. Todo ello de acuerdo con la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos.

Pero además, deberían tomarse medidas correctoras del sellado de los suelos que palíen el aumento de las escorrentías y facilten la infiltración, gestionando el agua en el origen, es decir donde se produce la lluvia. Nos referimos a los denominados SISTEMAS URBANOS DE DRENAJE SOSTENIBLES (archivo pdf, 1.2 Mb) o sistemas de retención y/o infiltración de agua en el suelo: suelos permeables, franjas filtrantes, pozos y zanjas de infiltración, drenes filtrantes, cunetas verdes, depósitos de infiltración, depósitos superficiales de detención, red de recogida y tratamiento de aguas pluviales separada de la red de saneamiento, depósitos enterrados de detención (depósitos de tormentas), estanques de retención, humedales artificiales, incentivos a la construcción de aljibes privados, cubiertas vegetales, etc. ).


3.- Los cambios de usos del suelo y la desertización.

El propio documento de propuesta del PHDG relaciona los fenómenos de reducción de la filtración de agua, los cambios en el régimen pluviométrico regional, la desertificación y los cambios de usos del suelo, si bien constata la ausencia de estudios suficientes.

ANEJO Nº 2 INVENTARIO DE RECURSOS HIDRICOS
6.3. Tendencias en la precipitación y desertificación del terreno
Arriba señalamos los bordes de las cornisas de la meseta del Aljarafe.
Abajo señalamos la cornisa Este del Aljarafe y la cornisa de los Alcores

Además de las anteriores evidencias, la falta de infiltración puede tener su efecto sobre los acuíferos y aunque tampoco existen estudios específicos al respecto , lo cierto es que el acuífero del Aljarafe (masa de agua subterránea 05.50), además de la sobreexplotación, que fue motivo de una declaración provisional como tal por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (BOP 18/05/1993), ha continuado y continúa descendiendo de nivel.

Todo ello, abunda la necesidad de extremar el principio de prevención y de emprender más amplios estudios sobre estos fenómenos.

4.- Conocimiento, participación, uso y disfrute públicos.

El triste proceso de deterioro acumulado sobre los cursos fluviales en las últimas décadas ha contribuido a un creciente desinterés de la ciudadanía por los tradicionales bienes y servicios gratuitos aportados por ellos en relación con usos recreativos, educativos, de ocio, estéticos y turísticos, debido al deterioro creciente acumulado en estos ecosistemas. Este creciente desinterés ha ido acompañado por una pérdida de la valoración social de estos componentes del patrimonio natural.

Todo lo anterior, unido a las intensas transformaciones habidas en los modos de manejo de los recursos agrarios, así como a la desestructuración de formas de cultura rural, ha conducido a un alto grado de desconocimiento sobre la actual realidad de los cursos fluviales, así como un grán desinterés por las oportunidades que su recuperación pueden traer.

El PDHG debería desarrollar con más detalle medidas orientadas a:

La recuperación (en la medida de lo posible) y la difusión de formas y expresiones culturales, así como de prácticas sociales vinculadas a ríos y arroyos.
La señalización, tanto informativa como orientativa y de interpretación ambiental y patrimonial de los cursos de agua, con especial énfasis en puentes, badenes y caminos próximos a ellos.
La accesibilidad de la ciudadanía al dominio público hidráulico de manera suficientemente segura pero mínimamente impactante en el entorno.
El acondicionamiento de los puentes existentes de manera que no solo no interrumpan el flujo de caudales máximos sino que tampoco impidan el tránsito peatonal por las riberas.
La calidad del paisaje circundante a las riberas.
El mantenimiento de vías de acceso público a información relevante para usos educativos, divulgativos, de sensibilización y de participación.
El ofrecimiento de infraestructuras de impulso y apoyo a la participación ciudadana, al voluntariado, y las redes sociales orientadas al conocimiento, la participación, el uso y disfrute del patrimonio fluvial.
El apoyo a la puesta en marcha de actividades sociales, económicas y ambientales, vinculadas al uso sostenible de ríos y arroyos.


5.- Consideraciones finales.

Debemos restaurar nuestros ríos y arroyos, aprovechando los conocimientos y estrategias acumuladas a raíz de la iniciativa “Estrategia Nacional de Restauración de Ríos” y debemos incorporar los incipientes “Sistema Urbanos de Drenaje Sostenibles” a la reformas de nuestros pueblos y ciudades.

El PHDG debería incorporar el “PROYECTO DE RESTAURACIÓN AMBIENTAL DEL ARROYO RIOPUDIO” que se encuentra en desarrollo, interrumpido y a la espera de un modificado, haciendo referencia al mismo e incluyéndolo en el Programa de Medidas.