Adiós a la ecociudad deportiva

Antonio Morente

Se veía venir y al final será así: el Sevilla FC no desarrollará su pregonada ecociudad deportiva en Bollullos de la Mitación. Así al menos lo da por hecho su alcalde, Antonino Gallego (PP), que por primera vez admite su “decepción” ante la “oportunidad única para hacer algo único” que se va.

Uno de los proyectos más espectaculares del área metropolitana dice adiós. Hasta la fecha se sabía de las tribulaciones y reformulaciones que había sufrido la idea de levantar en Bollullos la ciudad deportiva del Sevilla, y desde la entidad nervionense ya en junio se dejó caer que las cosas estaban difíciles, pero el alcalde bollullero se había mantenido en silencio. Hasta ahora, que lo ha roto por primera vez para “dar por hecho que el Sevilla no viene”.

“Es un proyecto con el que en los últimos meses ha habido un desencuentro: se ha dejado morir y por agotamiento al final no va a salir”, admite un Antonino Gallego que no carga las tintas contra nadie porque, sobre el papel, el Sevilla no ha comunicado formalmente que renuncie a instalarse en Bollullos. Eso sí, admite que es “consciente” de cómo están las cosas, lo que le provoca “decepción, como cualquier proyecto importante que se cae”.

Y éste desde luego que era importante: 1,7 millones de metros cuadrados de suelo en la finca Torreblanca, 11 campos de fútbol, un edificio multiusos, mini estadio (con graderíos ampliables incluso a 75.000 espectadores), hotel, club social, clínica deportiva... Pero la clave estaba en las viviendas que hicieran rentable la idea. Y aquí surgieron los problemas, porque inicialmente se barajaban 2.500, cifra que después se rebajó a 2.300 para recibir el plácet de la Junta.

Aún así el Plan de Ordenación del Territorio de la Aglomeración Urbana de Sevilla (Potaus), la normativa andaluza que intentará –aunque tarde– poner orden urbanístico en el área metropolitana, le dejaba al proyecto poco margen de maniobra al prohibir expresamente la creación de urbanizaciones aisladas. Por eso, porque esta ciudad deportiva suponía casi en la práctica levantar un pueblo paralelo de un tamaño similar al propio Bollullos, el Ayuntamiento pidió que la ciudad deportiva fuese considerada como un área de oportunidad en el Potaus, es decir, una excepción a esta normativa que debería aprobarse a finales de año.

Eso fue en octubre, y sólo un mes después se produjo un hecho que parecía definitivo: el presidente de la Junta, Manuel Chaves, aceptó que el máximo responsable nervionense, José María del Nido, le presentase formalmente el proyecto. Pero desde entonces, nada, hasta que en junio el propio Del Nido dejó entrever el cambio de ritmo al anunciar que levantar la ciudad deportiva en su emplazamiento inicial “ahora está lejano”, apostillando que estaba “abierta la posibilidad de que se ubique en otro lugar que no sea Bollullos de la Mitación”.

Punto final. ¿Qué había ocurrido? Antonino Gallego asegura que no ha habido comunicación formal por parte del Sevilla ni en un sentido ni en otro, y que por lo que a él le consta la iniciativa podía recibir el visto bueno de la Administración autonómica. “El problema no está en la Junta”, apostilla, aunque sin más explicaciones. En junio, Del Nido sí dio una pista: “Las perspectivas económicas que el Sevilla FC exigía no eran atendidas y entendemos que eran irrenunciables”. Es decir, que la reducción en la cifra de viviendas, que puede ser aún mayor tras pasar el filtro de la Junta, parece haberle hecho perder interés al Sevilla. Sea como sea, Gallego casi escribe el epitafio del proyecto cuando admite que “era una oportunidad única para hacer algo único”.

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